Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los Siglos

No olvides este Domingo...
Estaremos celebrando el día del Pastor, trae tu presente, una poesía, un canto no se! lo que se te ocurra que sea agradable para nuestros pastores.
No puedes faltar a este tiempo que será súper especial para todos y es más la celebración tiene un tremendo cierre.
Invitamos a todos los ministerios a formar parte de este evento que se celebra los terceros domingos del mes de septiembre.
Recuerda tienes un compromiso y no puedes faltar,
habrá muchas sorpresas desde las 9:00 a.m.

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¿POR QUE SEPTIEMBRE MES DE LA BIBLIA?

El 26 de septiembre de 1569 se terminó de imprimir la primera Biblia traducida al español por Casiodoro de Reina llamada “Biblia del Oso”. Se llamaba así porque la tapa de esta Biblia tenía un oso comiendo miel desde un panal. Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera, dio origen a la famosa versión “Reina Valera”.

Del “Mes de la Biblia” se desprende “el Día de la Biblia” el cual es conmemorado en varios países, aunque en distintas fechas, entre ellos: Argentina (cuarto domingo de septiembre), Perú, Venezuela, Nicaragua (último domingo de septiembre), República Dominicana (27 de septiembre), en Panamá 30 se septiembre (aprobado mediante ley), etc. En estos dos últimos países, dicho día se encuentra institucionalizado por ley.

¿QUIÉN FUE CASIODORO DE REINA?
La versión Reina Valera de la Biblia, es quizá una de las producciones más leídas de la historia. Tal la magnitud de la trascendencia de ésta, que hasta los autores han quedado eclipsados por su obra.
Uno de ellos, Casiodoro de Reina, fue un religioso español nacido en Sevilla en el año 1520 y fallecido hacia 1582.
Profesó en la Orden de San Jerónimo y la abandonó más tarde para poder difundir la Palabra de Dios sin impedimentos. Publicó en 1569 la primera traducción castellana de la Biblia, versión que sirvió de base a la de Cipriano de Valera. Publicó también el Comentario del Evangelio de Mateo en 1573, Apología de la Concordia de Wittemberg en 1580 y sus Cartas.
Fue monje jerónimo de San Isidro, de donde salió al mismo tiempo que Cipriano de Valera y que Antonio del Corro (autor de la Epístola al Rey de España). Fue recibido amablemente en Inglaterra y tuvo la alegría de recobrar allí a sus parientes más allegados que pudieron escapar de la Inquisición española. En Londres presidió durante un tiempo la congregación de los fugitivos.

LA BIBLIA DEL OSO

Habiendo abandonado Inglaterra pasó a Estrasburgo, donde trabajó firmemente para terminar la traducción de la Biblia iniciada por Juan Pérez de Pineda, que a su vez aprovechó los trabajos de traducción al español de la Biblia, iniciados por Francisco de Enzinas y por Juan de Valdés, trabajo el de Pérez, que aún el erudito Menéndez y Pelayo reconoció como: “el mejor en la lengua castellana” y para cuya impresión había dejado un legado.
Casiodoro se trasladó a Basilea, Suiza, donde en el año de 1569, publicó la tan esperada traducción de toda la Biblia al español. Esta edición recibió el nombre de la “Biblia del Oso” porque aparecía en la portada una marca de imprenta, con la imagen de un oso intentando alcanzar un panal de miel. Los líderes cristianos y el Consejo Municipal de Basilea habían apoyado su obra con todas sus fuerzas, y como muestra de gratitud, Casiodoro dedicó un ejemplar a la Biblioteca de la Universidad de Basilea. Se tiraron de esta primera edición 2,600 ejemplares, pero a pesar de los obstáculos que había para su venta, en 1596 ya se habían agotado totalmente.
Habiendo concluido su gran obra en Basilea, salió Casiodoro de esta ciudad y se dirigió a Francfort, Alemania, ciudad donde tuvo buena acogida, e incluso se le hizo ciudadano de honor. Desde allí fue a Amberes, Bélgica, para encabezar en 1579 la congregación de los franceses que se habían adherido a la Confesión de Augsburgo, iglesia que reorganizó y en la que desplegó una gran actividad.
Cuando Amberes cayó en manos de Alejandro Farnesio (español opositor de los emancipados de Roma) en agosto de 1585, dejó esta ciudad y volvió a Francfort, donde su figura fue muy respetada entre los cristianos que habían emigrado a Holanda, sosteniéndose por su propio trabajo con un comercio de sedas que estableció.
Algún tiempo después, teniendo más de setenta años, fue elegido pastor auxiliar en la iglesia de Francfort en 1593. Todavía ocho meses pudo ejercer su ministerio, hasta que durmió en el Señor el 15 de marzo de 1594. Su hijo Marcos fue, dos años más tarde, elegido sucesor de su padre. Fue hasta 1601 que apareció impresa una obra que Casiodoro de Reina había escrito en Londres durante 1559: la “Confessión de Fe christiana, hecha por ciertos fieles españoles, los quales, huyendo los abusos de la Iglesia Romana y la crueldad de la Inquisición d’España, dexaron su patria, para ser recibidos de la Iglesia de los fieles, por hermanos en Christo” (Cassel, 1601).
La Biblia de Reina no fue la primera versión completa de las Sagradas Escrituras en español. Existía la versión de Alfonso el Sabio de 1260, pero ésta tenía ya entonces un valor meramente histórico. Los judíos de Ferrara habían editado todo el Antiguo Testamento en castellano en 1553, pero esa era una versión de difícil lenguaje, por ser demasiado literal. El Nuevo Testamento ya había sido vertido al español por Enzinas y por Pérez de Pineda con anterioridad a que lo hiciera Reina. Aparte del texto original y las versiones latinas, al hacer su traducción Casiodoro de Reina tuvo a la vista los trabajos anteriores de Valdés (por ejemplo, sus Salmos en español), de Enzinas, y de Pérez de Pineda, así como la Biblia de Ferrara.
La versión de Reina es hasta hoy la más usada por los cristianos de habla hispana, con las ligeras correcciones que hizo en ella Cipriano de Valera. Ha sido durante siglos la única traducción en español asequible, y fue reconocida aún por los católicos romanos, como superior a las dos versiones suyas, la versión de Scío (1793), y la editada por Torres Amat (1825, traducción de José Miguel Petisco), ambas más tardías y únicas hasta tiempos muy recientes.

LA IGLESIA EVANGELICA EN PANAMA COMPLACIDA POR EL MES DE LA BIBLIA
Representantes de la Alianza Evangélica de Panamá agradecieron ayer al presidente de la Asamblea Nacional, Elías Castillo, el haber aprobado en tercer debate el proyecto de ley que establece en septiembre la celebración del Mes de las Sagradas Escrituras.
Los evangélicos mostraron su satisfacción por la aprobación del proyecto de ley 163, porque “representa un hito histórico sin precedentes en el acontecer nacional”.
Asimismo, la agrupación evangélica panameña solicitó al presidente de la República, Martín Torrijos Espino, la sanción de la legislación aprobada en tercer debate la semana pasada.
Según el diputado opositor, Vladimir Herrera, proponente del proyecto, se escogió el mes de septiembre como mes de la Biblia, porque fue el mes en que las Sagradas Escrituras llegaron a Panamá, además los municipios y las escuelas ya lo tienen determinado así.
La iniciativa, que fue aprobada de forma unánime por el Pleno de la Asamblea Nacional, “redundará en beneficio de la sociedad panameña, porque la Biblia lejos de ser considerada como un libro religioso, debe entenderse de manera objetiva como un compendio de leyes y principios prácticos, que al aplicarlos en cualquiera área de la vida humana, producen resultados contundentes en beneficio de los pueblos”, indicó el presidente de esta alianza, reverendo Rolando Hernández.
El 30 de septiembre será la celebración del Día de la Biblia. [Tomado de La Estrella de Panamá, Panamá]
Este artículo fue publicado por La Biblia Web el 31 de mayo de  2007

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